El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno neurológico que afecta la comunicación, el comportamiento y la interacción social. El TEA también se caracteriza por la presencia de patrones repetitivos de comportamiento. El TEA se considera un trastorno genético, lo que significa que se hereda de los padres. Aunque no se conoce la causa exacta del TEA, se sabe que hay factores genéticos que contribuyen a su desarrollo. Los investigadores están trabajando para identificar los genes específicos que están relacionados con el TEA. Esto ayudará a los médicos a predecir y diagnosticar el TEA con mayor precisión.
¿Qué factores genéticos contribuyen al TEA?
Los investigadores han identificado una variedad de genes que pueden contribuir al desarrollo del TEA. Estos genes se conocen como genes de susceptibilidad al autismo. Los genes de susceptibilidad al autismo son genes que se consideran «de alto riesgo» para el desarrollo del TEA. Estos genes no necesariamente causan el TEA, sino que aumentan el riesgo de desarrollar el trastorno.
Uno de los genes más estudiados es el gen conocido como MET. Estudios recientes sugieren que el gen MET puede ser un factor de riesgo para el TEA. El gen MET se encuentra en el cromosoma 7 y se cree que juega un papel en el desarrollo del cerebro. Se ha demostrado que los individuos con TEA tienen una mayor probabilidad de tener mutaciones en el gen MET.
Otros genes que se han relacionado con el TEA incluyen el gen de la proteína SHANK3 y el gen de la proteína FMRP. Estos genes se encuentran en los cromosomas 22 y 7, respectivamente. Ambos genes se cree que juegan un papel en el desarrollo del cerebro. Se ha demostrado que los individuos con TEA tienen una mayor probabilidad de tener mutaciones en estos genes.
¿Quién de los padres transmite el gen del TEA?
Los estudios sugieren que los padres transmiten el gen del TEA de forma desigual. Esto significa que uno de los padres puede transmitir el gen del TEA más que el otro. Esto se debe a que los genes de susceptibilidad al autismo se heredan de forma aleatoria. Por lo tanto, uno de los padres puede transmitir más de estos genes de susceptibilidad al autismo que el otro.
Además, estudios recientes han demostrado que los padres pueden heredar mutaciones en los genes de susceptibilidad al autismo. Estas mutaciones pueden aumentar el riesgo de desarrollar el TEA. Los estudios sugieren que estas mutaciones son más comunes en los padres que tienen hijos con TEA. Estas mutaciones también pueden ser transmitidas a los hijos.
En resumen, los estudios sugieren que los padres pueden transmitir el gen del TEA de forma desigual. Uno de los padres puede transmitir más de estos genes de susceptibilidad al autismo que el otro. Además, los padres pueden transmitir mutaciones en los genes de susceptibilidad al autismo, lo que aumenta el riesgo de desarrollar el TEA. Estas mutaciones también pueden ser transmitidas a los hijos. Esta información es importante para ayudar a los médicos a predecir y diagnosticar el TEA con mayor precisión.