¿Cómo motivar a un niño/a con discapacidad intelectual?

Motivar a un niño/a con discapacidad intelectual requiere de un enfoque personalizado. Establecer metas realistas, ofrecer refuerzos positivos y crear un ambiente de apoyo son algunas de las estrategias para lograrlo.
Motivar a un niño/a con discapacidad intelectual: Consejos
Nos referimos a que una persona padece una discapacidad intelectual cuando esta no tiene capacidad para desempeñar un aprendizaje correspondiente a su nivel ni que desempeñen sus tareas y funciones básicas en su vida cotidiana. Esta discapacidad tiene diferentes síntomas, sin embargo, es importante motivar a estes menores para contribuir a su desarollo óptimo.
Menores con discapacidad intelectual

Consejos para motivar a los niños/as con discapacidad intelectual

Adaptar nuestros tiempos a sus ritmos

Es importante adaptar nuestros tiempos a los ritmos de los menores. Cada menor es único, con sus propias características, habilidades y velocidades de desarrollo. Respetar y comprender estos ritmos resulta fundamental para fomentar un crecimiento saludable en todos los aspectos de sus vidas, tanto físico, emocional, social e intelectual.

En cuanto al desarrollo intelectual, como hemos mencionado, cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje. Por ello, es esencial que le ofrezcamos oportunidades diferentes para que explore diferentes áreas de interés y así proporcionar los estímulos adecuados para que puedan desarrollar su potencial intelectual sin presión.

No centrarnos en sus debilidades

Resulta fundamental que adoptemos un enfoque positivo a la hora de trabajar con menores que tengan dificultades o con trastornos particulares, con el fin de evitar centrarnos en sus debilidades. También resulta importante que identifiquemos y potenciemos tanto sus fortalezas como sus habilidades, contribuyendo así a un desarrollo más positivo y saludable, además de fortalecer tanto la autoestima como la confianza del menor.

Otro aspecto fundamental es fomentar un ambiente de apoyo tanto en el hogar como en el centro educativo. La colaboración entre todos los miembros cumple un papel crucial en el desarrollo integral del menor. Establecer metas realistas y alcanzables, también contribuye a un progreso constante.

Niña con discapacidad intelectual

Celebrar cualquier logro

Como hemos mencionando, las personas que padecen este trastorno pueden tener dificultades para realizar actividades tan cotidianas, como por ejemplo guardar la compra. Tan solo seguir las indicaciones para guardar los diferentes productos puede ser una tarea muy compleja para ello. Por ello, es importante dividir esta tarea en otras más pequeñas para que sea más fácil lograr la tarea final.

La división de tareas complejas en otras más simples no solo facilita el proceso para aquellas personas que tengan que afrontar dificultades, sino que también permite un enfoque más claro y alcanzable para lograr las metas más grandes. Con este enfoque también se construye confianza y habilidades prácticas, así como proporciona oportunidades continuas para celebrar los logros alcanzados por el camino hasta lograr la meta final.

Mismo respeto

El respeto es un principio fundamental cuando se trata de menores que deben enfrentarse a desafíos específicos, tales como los diferentes trastornos que les pueden afectar, como la discapacidad intelectual. Muchos de estos menores suelen sufrir, bullying, estigmatización y acoso por parte de los compañeros, pudiendo producir un aislamiento social o la limitación de oportunidades educativas y sociales.

También resulta esencial promover un ambiente inclusivo y respetuoso en el centro educativo. Esto implicaría educar a todos los menores sobre la diversidad y fomentar la empatía. El desarrollo de programas educativos acerca de la compresión y de la conciencia contribuyen a promover una cultura de respeto mutuo.

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Somos expertos en Inclusión y Necesidades Educativas Especiales que compaginamos nuestra labor docente con los artículos de EducaInclusión 😉.