Una sociedad inclusiva se puede traducir como una mayor igualdad entre las personas de una comunidad. A su vez, se logra una comunidad más diversa, rica y valiosa en determinados aspectos como el acceso universal a los servicios públicos, educativos y de salud, así como contribuir al impulso de la inserción laboral, el acceso a una alimentación más equilibrada y la garantía de tener una vivienda digna.
La inclusión y la accesibilidad
La accesibilidad es un aspecto fundamental que permite garantizar la inclusión en la sociedad. Es crucial que todas las personas tengan acceso a los mismo recursos y oportunidades. La accesibilidad en lugares públicos es uno de los derechos esenciales, por ello existen guías y normativas donde se establecen los requerimientos básicos de accesibilidad que deben cumplir todos los espacios públicos urbanizados.
En lo referente al transporte, se debe garantizar su accesibilidad para que todas las personas puedan desplazarse de forma segura y eficiente. Finalmente, encontramos la tecnología, la cual también debe ser accesible para todas los individuos, sin importar sus características.

Lenguaje inclusivo
El lenguaje inclusivo es otro aspecto fundamental para garantizar la inclusión en la sociedad. Es de gran importancia que usemos un lenguaje inclusivo y respetuoso en todo momento, evitando emplear términos despectivos o discriminatorios.
El dialogo como clave
Sin embargo, para garantizar la inclusión en la sociedad es clave mantener un diálogo abierto y honesto sobre la inclusión, así como discutir los desafíos y buscar soluciones de forma conjunta. El diálogo se ha convertido en una herramienta útil para fomentar la compresión y el respeto hacia las diferentes culturas, además de combatir los estereotipos y prejuicios culturales.

La inclusión en la cultura
La cultura inclusiva es otro aspecto fundamental para garantizar la inclusión en la sociedad. Es importante que se promueva la diversidad cultural, así como fomentar una educación intercultural para que las personas puedan comprender y respetar las diferencias culturales.
Por otro lado, la educación intercultural, es un proceso que busca fomentar el diálogo y el respeto entre las diferentes culturas para promover la inclusión social. También es importante que se promueva la diversidad cultural tanto en los medios de comunicación como en otras artes para que se refleje la diversidad de personas que se pueden encontrar en una sociedad.