¿Qué es el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)?

Nuestras aulas están formadas por alumnos con diferentes cualidades, y cada uno necesita una educación a su medida. Nosotros somos profesores y te vamos a explicar todo sobre la hiperactividad.
TDAH: ¿Qué es el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad?
“Hiperactividad” es como se suele llamar coloquialmente al Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Es un trastorno de origen neurobiológico que afecta a la capacidad para prestar atención y regular el nivel de actividad física.

Suele ser diagnosticado en la infancia y mediante la escuela, debido a que las dificultades de los alumnos con TDAH se manifiestan especialmente en ese contexto, y puede ser tratado de varias formas. El trastorno afecta más a hombres que a mujeres, resulta más evidente en la infancia y juventud —aunque también puede afectar a adultos— y suele estar asociado a otros trastornos.

Síntomas y Diagnóstico del TDAH

El proceso de diagnóstico del TDAH comienza por la percepción de indicios de muy alto nivel de actividad física o de poca capacidad de prestar atención. Evidentemente, esas características no son muy evidentes, por ejemplo, cuando un niño juega a fútbol o va de paseo por la calle, ya que son actividades que no requieren de autocontrol estricto.

Así que el ámbito donde más problemáticas resultan los síntomas del TDAH es en la escuela tradicional, ya que es un contexto en el cual los alumnos suelen permanecer quietos y concentrados durante largos periodos de tiempo.

Además, el trastorno afecta más a niños y adolescentes, que son los que están, precisamente, en la escuela. Es ahí donde los profesores se percatan de primeros síntomas. Los síntomas del TDAH pueden ser, entre otros:

  • Se mueve todo el rato en su silla.
  • Interrumpe la clase.
  • No mantiene una atención sostenida.
  • Siempre está jugando con algo.
  • Es impulsivo
  • Es desordenado.
  • Se despista en clase.
  • Pierde sus pertenencias.
  • Deja las tareas a medias.
  • No presta atención a los detalles.
  • Quiere acabar las tareas lo antes posible.
  • Etc.

El DSM-V, manual de referencia médica de criterios diagnósticos, divide los síntomas del TDAH en dos grupos:

  • Falta de atención.
  • Hiperactividad e impulsividad.

Esos síntomas suelen llevar a hacer una evaluación psicopedagógica al alumno. Y dependiendo de los síntomas que presente el alumno, según el DSM-V, el TDAH puede presentarse de 3 formas:

  • Presentación predominante de falta de atención.
  • Presentación predominante hiperactiva/impulsiva.
  • Presentación combinada.

De esa forma, el tipo de TDAH del alumno se diagnostica, aunque es común que el TDAH se presente en diferentes grados o junto con otros trastornos comórbidos asociados como el trastorno negativista desafiante (TND), la hiperreactividad bronquial (asma) o el trastorno de conducta disocial (TC). Y en base al diagnóstico de TDAH concreto del alumno, se forma una respuesta adaptada a sus necesidades.

Tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)

Una vez se diagnostica el TDAH, este se puede tratar mediante la combinación de 3 acercamientos:

  • Tratamiento farmacológico
  • Tratamiento conductual
  • Tratamiento educativo

Qué acercamiento es el principal y qué medidas concretas se toman dependerá del alumno, sus síntomas, su entorno educativo y familiar, etc. Por lo que cada tratamiento de TDAH será siempre individualizado y diferente.

El tratamiento suele hacerse para mitigar las dificultades que el TDAH pueda crear en la vida del niño. Estas dificultades, como ya hemos mencionado, pueden evidenciarse en el ámbito social o personal del niño, pero donde más suelen necesitar tratamiento es en el ámbito escolar.

Dependiendo del grado y tipo de TDAH, y su afección a la escuela, se elegirá un tratamiento u otro. Para casos en los que el TDAH afecta levemente al desempeño escolar, normalmente, se opta por tratamientos conductuales y educativos al mismo tiempo.

Tratamiento conductual

Los tratamientos conductuales consisten en modificar la conducta del niño mediante varias técnicas y en ellos las familias tienen un importante papel. Para ello:

  • Se entrena al alumno en habilidades sociales.
  • Se hace uso de técnicas y contratos de modificación de conducta. Entre ellas, son destacables los refuerzos o el uso de contratos por metas.
  • Se enseñan técnicas de manejo de las funciones ejecutivas.
  • Etc.

Tratamiento educativo

Los tratamientos educativos, en cambio, tienen como objetivo mitigar las dificultades creadas por el TDAH mediante el uso de adaptaciones curriculares. Estas suelen consistir, principalmente, en adaptar tanto el aula y la situación del alumno como las metodologías educativas.

Suele recomendarse hacer las adaptaciones no solo para el alumno con TDAH, sino también para todos los demás, ya que son adaptaciones que pueden mejorar el rendimiento de todos los alumnos y así se contribuye a la inclusión. Las medidas posibles, entre otras, son:

  • Alejar al alumno de focos de distracción como las ventanas.
  • Buscar el contacto visual por parte del profesor al dar explicaciones.
  • Hacer uso de una metodología en la que los alumnos tengan la opción de moverse por el aula o incluso fuera de ella.
  • Implementar las TIC (Tecnologías de Información y Comunicación) en el aula. Una forma de hacer eso mediante la metodología es la gamificación.
  • Reformular la metodología para volverla menos magistral y más activa y colaborativa. Para eso, metodologías como la basada en problemas o el aprendizaje basado en proyectos son muy recomendables.
  • Reformular las tareas para hacerlas más cortas y variadas.
  • Vincular el temario con los gustos del alumnado.
  • Dar importancia a la educación física.
  • Hacer uso de resúmenes y mapas conceptuales.
  • Hacer uso de rutinas y planificar tareas.
  • Al empezar una clase, repasar lo hecho en la anterior
  • Hacer uso de agenda de tareas.

Tratamiento farmacológico

Por último, se hace uso del tratamiento farmacológico cuando se cumplen los 3 siguientes casos:

  • Cuando el TDAH imposibilita o dificulta en gran medida el avance académico o psicoevolutivo del niño.
  • Cuando ya se han puesto en marcha los tratamientos anteriormente mencionados sin notables resultados.
  • Cuando el grado de afección del TDAH es grave.

Solo entonces se hace uso del tratamiento farmacológico, que consiste en añadir a los anteriores tratamientos el uso de substancias estimulantes para aliviar los síntomas del TDAH.

Conclusiones

El TDAH es un trastorno que genera Necesidades Educativas Especiales. Lo más importante es no ignorarlo, identificarlo correctamente y darle una respuesta personalizada. Esa respuesta deberá ser lo más completa e individualizada posible, y siempre se priorizará el uso de tratamientos conductuales o educativos antes que farmacológicos.

En la actualidad es necesario mejorar en la fase de identificación y diagnóstico del TDAH, ya que muchas veces el trastorno se ignora o diagnostica incorrectamente. Y una vez el TDAH esté diagnosticado, es muy importante que la respuesta a él sea muy completa, tanto en el aula como fuera de ella.

En Koruro hemos listado varias medidas que, aunque parecen simples, no siempre se suelen llevar a cabo con este tipo de alumnos. Es primordial que la familia acepte el TDAH y ponga en marcha las medidas que hemos citado en al apartado tratamiento.

Asimismo, en la escuela, muchas veces las medidas tomadas con alumnos con TDAH se limitan a acercarlos a pizarra y alejarlos de las ventanas, pero estos alumnos necesitan que la educación se reformule en torno a ellos, con metodologías más activas, organizadas, divididas en tareas pequeñas y colaborativas. Desde Koruro creemos que con una respuesta educativa y conductual completa y personalizada de verdad, se puede evitar el uso de fármacos en muchos alumnos cuyos síntomas no son muy graves.

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Somos expertos en Inclusión y Necesidades Educativas Especiales que compaginamos nuestra labor docente con los artículos de EducaInclusión 😉.