Los niños/as con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) tienen una serie de características que les afectan en su comportamiento, aprendizaje y desempeño académico. Estas características se relacionan con las funciones ejecutivas, que son procesos mentales que nos ayudan a planificar, organizar, pensar de forma abstracta y tomar decisiones. Estas funciones son importantes para el desarrollo de habilidades académicas y sociales.
Las funciones ejecutivas se ven afectadas en los niños/as con TDAH. Esto se debe a que el TDAH es un trastorno neurobiológico que se caracteriza por una disminución en la capacidad de regulación de la atención y el comportamiento. Esto afecta la capacidad del niño/a para controlar sus impulsos, planificar, organizarse y mantener una actitud positiva frente a los retos. Estas dificultades afectan el desempeño académico, las relaciones interpersonales y el comportamiento en general.
Los niños/as con TDAH también tienen dificultades para controlar sus emociones. Esto se debe a que el TDAH afecta la capacidad del niño/a para reconocer y regular sus emociones. Esto puede llevar a que el niño/a sea impulsivo, iracundo o desorganizado. Estas dificultades pueden afectar su desempeño académico y social.
Los niños/as con TDAH también tienen dificultades para la toma de decisiones. Esto se debe a que el TDAH afecta la capacidad del niño/a para evaluar y ponderar los pros y contras de una situación antes de tomar una decisión. Esto puede llevar a que el niño/a tome decisiones precipitadas sin considerar las consecuencias a largo plazo. Estas dificultades pueden afectar el desempeño académico y social.
En conclusión, los niños/as con TDAH tienen afectadas sus funciones ejecutivas. Esto puede llevar a dificultades en el desempeño académico, las relaciones interpersonales y el comportamiento en general. Por esta razón, es importante que los padres, maestros y profesionales de la salud trabajen juntos para ayudar al niño/a a desarrollar habilidades para superar estas dificultades.